domingo, 28 de septiembre de 2014

Ida (2013). Pawel Pawlikowski




La historia de una generación que tiene en sí la huella de la guerra, un viaje en busca de todo y de nada: eso es Ida. Una adolescente desorientada que parte en búsqueda de su pasado. Puede leerse de tantas maneras porque tiene en ella múltiples reflexiones,   una película para sentarse a pensar. El director nos ofrece planos para reflexionar, tiempos muertos que nos brindan lo suficiente para   saborear la significación de la profunda narración. Ida, una huérfana adolescente criada en un convento, se reencuentra con su tía, una mujer alcohólica con un pensamiento liberal, quien la acompañará en su viaje en búsqueda del pasado que las une con sus consecuencias, un viaje en donde se encontraran con ellas, se podrán ver al espejo resolviendo su pasado y cuestionando su presente.

Es un deber resaltar la cinematografía utilizada por Panel Pawlikowski quien hace del blanco y negro una fotografía hermosa rescatando el formato 4:3, con composiciones llenas de aire y filosofía, un ritmo pausado y sobrio. Plausible. 

lunes, 8 de septiembre de 2014

El gran hotel de Budapest (2014). Wes Anderson.


La celebración de la melancolía


En un principio es indispensable aplaudir los aspectos que distinguen el trabajo de Wes Anderson,la fotografía simétricamente "enfermiza", su arte matemático y su humor cálido. 

La historia es narrada a través de un flashback que es acompañado por imágenes melancólicas que suscitan al espectador a pensar en la memoria y el pasado de una manera cálida y serena, siempre con una sonrisa a pesar de las adversidades que viven los personajes. Sutil en su manera de ver la melancolía y celebrarla. Todo esto caracterizado por un humor surrealista que impone el hilo conductor de esta historia.

El estilo narrativo de esta película no solo funciona de manera individual como una historia con personajes y situaciones complejas, sino que logra ejecutarse en la pantalla con una visión estética    que hace que el público la relacione directamente como una película ejecutada por Anderson. Este estilo característico del director se logra dar igualmente con la paleta de colores y los decorados que logran recrear la Europa del siglo XX.

domingo, 7 de septiembre de 2014

El pasado (2013). Asghar Farhadi.

La culpa, sus culpables culpando.




El Pasado es una película emotiva, realista y sincera, que le da al espectador una gran madeja de lana que va desenrrollando en 130 minutos y que finaliza con más nudos que los que tenía en un principio. 

En medio de esta gran madeja que nos entrega Asghar Farhadi nos encontramos con dilemas familiares que entretejen la culpa como tema principal, el divorcio funciona como excusa para desencadenar situaciones difíciles en medio de una atmósfera tenue y oscura, Ahmad llega  a la casa de su (ex)esposa Marie a firmar el divorcio, nos introducen a los personajes nos dejan ver los dilemas que rodean sus mundos, Marie tiene dos niñas hijas de padres distintos y su posible tercer matrimonio Samir tiene otro hijo de su esposa que se encuentra en coma como consecuencia de un intento de suicidio.
A medida que vamos entendiendo a cada personaje, nos muestran los vacíos que consumen poco a poco a cada uno e ellos, la culpa se encuentra en medio de este vacío, la mentira, el dolor que va carcomiendo a los personajes, las consecuencias de los actos, los niños en medio del dolor incomprensible, la realidad en su etapa más cruda sin llegar a sentimentalismos.
Culpables que buscan culpar, preguntas sin respuestas que crean nudos irresolubles y un final estremecedor. 

Asghar Farhadi va creando un mundo con un sello, el divorcio implícito en los temas escogidos, así como los niños en medio de dilemas familiares, el perdón, las disfuncionalidades familiares, la culpa, la mentira, y su maravillosa narración que culmina en finales abiertos dejados a la imaginación del espectador.